A pocos kilómetros del centro de Castelló de la Plana, y considerado como una de las puertas al Parque Natural del Desert de les Palmes, podemos encontrar un lugar que reúne la esencia de la historia, cultura, tradición y naturaleza de Castelló de la Plana. Este rincón tan especial es el Paraje Natural Municipal Ermitorio de la Magdalena, declarado como tal el 22 de septiembre de 2016, con una superficie protegida de 14,05 ha.

A través de un agradable y sencillo ascenso al Ermitorio de la Magdalena y al Castell Vell (ambos declarados BIC) podremos visitar este pequeño tesoro escondido y disfrutar de unas magníficas vistas de la Plana y el Mar Mediterráneo o del Parque Natural del Desert de les Palmes.

Si deseamos descubrir más rincones podemos realizar la ruta circular que rodea el Paraje y que cuenta con un tramo accesible para personas con movilidad reducida. Apreciaremos cómo el ser humano moldeó las laderas de esta pequeña montaña, construyendo bancales de piedra en seco, y con algarrobos y olivos como testigos de la historia de este lugar

Además de árboles de secano cultivados, podremos ver cómo la naturaleza ha ido recuperando terreno y ha ocupado estos bancales abandonados haciendo crecer multitud de pinos carrascos y una gran variedad de matorrales. Entre ellos, destacar especies como el lentisco que sirve de refugio a la fauna, el palmito que es la única palmera europea o las que nos aromatizarán el camino como el espliego.

Si tenemos suerte y no hacemos mucho ruido al caminar, podremos ver a alguna ardilla que se afanan en pelar las piñas para comerse sus nutritivos piñones, a un lagarto ocelado calentándose en una roca y a los carboneros, herrerillos y arrendajos cantando o volando por encima de vosotros.

Después de este agradable paseo, podremos descansar y retomar energías en alguna de las mesas y bancos de madera de las zonas recreativas y saborear una comida en la naturaleza a la sombra de los pinos, aunque también podemos elegir saborear algún plato de la rica oferta gastronómica de la ciudad de Castelló de la Plana.

Por la tarde, y si aún tenemos ganas de más naturaleza, podemos visitar los parques de Ribalta o Rafalafena, pasear por las calles donde estuvieron las murallas de la ciudad medieval o disfrutar de alguna de las rutas turísticas e itinerarios marcados por el suelo de la ciudad.

En definitiva, un magnífico plan para pasar un día rodeados de historia, cultura, tradición y naturaleza en Castelló de la Plana.