La antigua tradición Celta ha trascendido con el paso de los siglos, especialmente en los países sajones y extendiéndose hasta el sur de Europa donde hoy en día, los niños quieren celebrar el día de las brujas o «halloween». De la seriedad en la que los celtas celebraban el inicio del año el 1 de noviembre y festejaban disfrazados la noche anterior con la misión de ahuyentar a los malos espíritus ha pasado a ser una de las noches más especiales y esperadas por los más jóvenes.
La televisión ha hecho que la expansión de esta antiquísima costumbre llegue a nuestros hogares, presentando en muchas ocasiones un problema imaginativo para los padres que desean cumplir las ilusiones de los más pequeños de la casa, porque hace años cuando los actuales padres eran niños esto no se celebraba. Pero no hay de qué preocuparse porque vamos a daros unas buenas ideas para que «la noche del miedo» sea divertidísima y deje exhaustos a los niños. Para compartir éste tiempo con ellos desde que lleguen del colegio y que mayores y pequeños disfruten, vamos a proponer diferentes actividades que podréis realizar el 31 de octubre aprovechando que al día siguiente casi nadie tiene que madrugar.

Preparar una buena noche de «Halloween» no es difícil y podemos sacar ideas que ya están en nuestro subconsciente. Las calabazas, los disfraces de brujas, esqueletos o simplemente maquillajes divertidos con una pizca terrorífica. Golosinas, refrescos, merienda y terminando la noche de forma adecuada. Aquí van algunas ideas que esperamos os gusten.
LAS CALABAZAS

En los supermercados se pueden encontrar calabazas para vaciarlas y hacer junto a los niños las caras características de la «noche de brujas», participando padres e hijos en esta actividad que se convierte en divertida y desarrolla la imaginación de todos, donde cada uno puede añadir ideas novedosas. Si no disponéis de mucho tiempo, hay infinidad de comercios que las venden de plástico ya decoradas y que además servirán para otros años.
MAQUILLAJES Y DECORACIONES

Maquillar a los niños es realmente sencillo y no hace falta saber dibujar muy bien. Compra unas pinturas especiales para pintar caras. Os hará falta color blanco, negro y rojo o naranja especialmente. El blanco como fondo para tapar el color natural de la piel y dar un toque siniestro, por otra parte el color negro servirá para destacar las ojeras y los labios. El rojo, color de la sangre, podéis colocarlo como si hubiera una herida o en la barbilla bajo unos colmillos «draculianos». La creatividad saldrá sin esperarla y cuando os miréis al espejo las risas estarán garantizadas.
En cualquier tienda para estas fechas hay muchas clases de decoraciones y a muy buen precio. Unas telas de araña colocadas en la casa, murciélagos que se pueden colgar del techo y que algunos incluso mueven las alas proporcionarán que la casa se convierta durante la noche de brujas en misteriosa y terrorífica. Los platos y vasos desechables también juegan una parte muy importante en la decoración y que encontraréis en los mismos sitios que el resto de cosas.
MERIENDA-CENA

No pueden faltar lo que más les gustan a los niños, los «snacks», golosinas y gelatinas, siendo muy adecuado que fueran con forma de gusanos, dentaduras, calaveras, arañas o del tipo más «siniestro» que encontréis. Si tenéis tiempo de cocinar, ganas y os atrevéis a hacer unas galletas con forma de fantasma serían fantásticas o un bizcocho con apariencia de calabaza, aunque esto último es para más osados. Las recetas paso a paso las hallaréis en internet o libros de repostería. Si el tiempo no corre de vuestra parte, en las pastelerías hay auténticas preciosidades. Pero para que no sea todo «chuches», unos deditos de pollo, figuritas de pescado empanado, algo de embutido, canapés de paté y frutas la harán más saludable e igualmente apetecible para todos.
HISTORIAS PARA NO DORMIR

Después de la merienda-cena, una idea fantasmagórica sería bajar las luces de la habitación y dejarla con una tenue penumbra. Acomodarse bien y que uno de los adultos cuente una historia de miedo pero a la vez que se esté desarrollando la historia introducir algunos chistes o puntos graciosos y evitar que el miedo se apodere de los niños. Recomendamos un final feliz o jocoso donde además puedan participar todos los componentes de la familia.
PELICULAS DE HALLOWEEN

Si la imaginación os juega una mala pasada o preferís ver una película en lugar de contar una historia, por la tarde y noche seguro pondrán alguna por la televisión o podéis adquirir un dvd que sea del agrado de todos.
Este es un buen plan ¿no os parece?. Ideas sobran. Los niños querrán dormir disfrazados y caerán rendidos. La diversión está asegurada para todos. ¡Ahora sólo queda divertirse!
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